La carretera solitaria atraviesa el bosque.
Otoño en Cesuras, A Coruña. 2007
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Un apacible dia de otoño. Aparentemente todo está en calma.
Aparentemente
Porque no todo es tan bucólico: al lado del camino me encontré con la esclavitud.
Los perros llevan collares que, con los ladridos, se activan para dar descargas eléctricas dolorosas, así el cazador los mantiene callados hasta el momento en que los necesita. |
El silencio del bosque esconde hombres siniestros que desprenden olor de muerte para el jabalí.
Yo sigo mi paseo campestre, pero ya no me siento bien. Ojos invisibles acechan entre la maleza. Y el tibio sol nos calienta a todos:
a mí
a los cazadores
al jabalí
Mañana sería domingo.
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