foto de la galería de 21guilherme en flickr

qué ganas tengo de ir al campo, ahora, en el otoño temprano, cuando no hace frío todavía y la luz ya no es hiriente como la del verano. todo parece sereno y tranquilo, como debería ser la madurez.
aínda que eu estou lonxe da serenidade esa: hoxe teño un pote na cabeza, onde me ferven os sentidos todos, as ganas de facer cousas e de saborealas. estando así es más fácil para mí comprender a esas personas que continuamente van y vienen y no se detienen: quizá éste sea su estado habitual.
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