otoño en málaga, de la galería de Zeltia

esta playa de málaga en los inicios de otoño, con ese aspecto desvaído, solitaria, me produjo cierta melancolía: unas semanas antes todo era luz, color, risas, bronceados, cálidas noches olorosas, cómplices sombras para el olvido, envoltorio fantasioso para el romanticismo. y ahora era como el escenario abandonado de una película de verano.
hoy comparo esa sensación que tuve al ver la playa con mi estado de ánimo: en unos pocos días pasé de sentirme llena de vitalidad a llenarme de esta niebla fría e inquietante. mi energía se fué como apareció: sorprendiendo como un fuego fatuo.
o meu lume interior moitas veces é asi: rápido, intenso, repentino, fugaz e efímero como as muxicas.
|