en la tele hablan de la liberación del alakrana tras pagar el rescate a los piratas somalíes.
yo me pongo crema de manos. la piel seca forma pliegues, surcos, millones de arruguitas. mi mano es ahora una pequeña silueta a contraluz, la miro atenta y objetivamente. ella es el resorte, el detalle que me trae la ráfaga de recuerdo de esa otra mano que la muerte escondió en su vacío.
-pacita -qué -ven, mira a miña man (la observaba fijamente mientras la giraba en el aire) -qué lle pasa? -é a man dunha vella! -e logho, tí cantos anos tés? -pois terei... terei... por aí vintedous. -vintedous? e eu? cantos anos pensas que teño eu?. -tí terás trinta ou corenta -e quén son eu? qué son eu de ti? -tí es filla miña (por unos segundos se abrió la cortina de la lucidez en las sombras de sus ojos, y se reía, consciente de lo incongruente del asunto) pero quién necesita la cordura. escondió su mano bajo el edredón y lo olvidó inmediatamente. yo me quedé rumiando acerca de qué cosa somos.
la tele rompía el silencio hablando de la tragedia del camping de biescas.
.

fotografía expuesta en la Galería de P10NERO de flickr
|